Mi nombre es Izanna Lehbib Amaidan, nací el 7 de Enero de 1979 en El Aaiún, en los territorios ocupados.
Fui secuestrada y posteriormente detenida por las autoridades marroquíes cuando estaba frente a la casa del mártir Said Dambar, fui agarrada por la fuerza y metida por la fuerza en un coche por miembros de la policía, me vendaron los ojos, me torturaron, me arrastraron tirando del pelo, me arrastraron de un pie hacia arriba hasta que mi cara llegó al suelo del coche, mientras otro me daba patadas en el trasero. También me tiraron al suelo del coche y me patearon todos con sus botas, abusaron sexualmente de mí, metieron sus manos entre mis ropas tocando cada parte de mi cuerpo, mordiendo y arañando mi cuerpo.
Todo esto fue seguido por abusos verbales y humillaciones, rompiendo la dignidad humana y bajo la amenaza de violación y la amenaza de asesinar a todos los activistas saharauis.
Luego me entregaron en la gendarmería, aunque no supe que llegué allí hasta que me quitaron la venda que tapaba mis ojos. Una vez en la gendarmería, me prometieron que no sería tocada por nadie, me dijeron que iba a ser interrogada en un caso abierto y que nadie se me acercaría.
Estuve en una celda por la noche, me llamaron para ser interrogada, varios grupos de la inteligencia marroquí grupos de procedieron con los interrogatorios. Me interrogaron en detalle sobre todas las cosas, tomaron toda la información de mí, de todos los miembros de mi familia, lugar de residencia y de su sueldo y luego les pedí que no podía continuar los interrogatorios, que ya era demasiado tarde, pero me ordenaron que continuase, dijeron que querían toda la información esa noche, los interrogatorios continuaron por algún tiempo hasta altas horas de la noche hasta alrededor de 2 o 3 de la mañana, y al día siguiente, inmediatamente ...
La tortura es un crimen, las autoridades de Marruecos deben ser castigadas.
Todo esto fue seguido por abusos verbales y humillaciones, rompiendo la dignidad humana y bajo la amenaza de violación y la amenaza de asesinar a todos los activistas saharauis.
Luego me entregaron en la gendarmería, aunque no supe que llegué allí hasta que me quitaron la venda que tapaba mis ojos. Una vez en la gendarmería, me prometieron que no sería tocada por nadie, me dijeron que iba a ser interrogada en un caso abierto y que nadie se me acercaría.
Estuve en una celda por la noche, me llamaron para ser interrogada, varios grupos de la inteligencia marroquí grupos de procedieron con los interrogatorios. Me interrogaron en detalle sobre todas las cosas, tomaron toda la información de mí, de todos los miembros de mi familia, lugar de residencia y de su sueldo y luego les pedí que no podía continuar los interrogatorios, que ya era demasiado tarde, pero me ordenaron que continuase, dijeron que querían toda la información esa noche, los interrogatorios continuaron por algún tiempo hasta altas horas de la noche hasta alrededor de 2 o 3 de la mañana, y al día siguiente, inmediatamente ...
La tortura es un crimen, las autoridades de Marruecos deben ser castigadas.
FUENTE: http://www.porunsaharalibre.org/
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