Bahréin:El lado oscuro


Estos días los focos vuelven sobre Bahréin debido a que falta muy poco para la celebración del Gran Premio de Fórmula 1. Aprovechando este acontecimiento, traemos a colación la situación de los Derechos Humanos en el país, trasncribiendo el comunicado de Amnistía Internacional sobre el asunto:

Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa Regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, habla de la represión que sufren quienes se manifiestan contra el gobierno tras el levantamiento de hace dos años.

¿Qué ha ocurrido en Bahréin?
En 2011, miles de personas salieron a las calles de Bahréin –una pequeña nación insular en el Golfo– para exigir reformas políticas y más derechos tras desencadenarse una serie de protestas similares en todo Oriente Medio.

Durante las manifestaciones de 2011, las fuerzas de seguridad mataron a decenas de personas. Detuvieron a miles de ciudadanos, y muchos continúan recluidos. A otras personas las detuvieron en los últimos meses, y al parecer han sufrido tortura u otros malos tratos. Sigue habiendo presos de conciencia encarcelados, y las fuerzas de seguridad continúan haciendo un uso excesivo o innecesario de la fuerza contra los manifestantes que en este año ya ha causado la muerte de dos personas.

Tras la apariencia reformista, ésta es la realidad de la situación de los derechos humanos en Bahréin mientras el país se prepara para celebrar el Gran Premio de Fórmula 1.

¿Tan grave es la situación actual de los derechos humanos?
Una delegación de Amnistía Internacional visitó Bahréin en enero de 2013 y confirmó los informes de que se sigue reprimiendo a los manifestantes. Recopilamos denuncias de tortura y otros malos tratos a manifestantes; las fuerzas de seguridad siguen recurriendo a la fuerza e infringiendo las normas internacionales al dispersar violentamente a quienes protestan; los activistas sufren acoso, y hay una total ausencia de rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos cometidas durante los últimos dos años.

¿Ha mejorado la situación o ha empeorado?
La verdad es que la situación no ha mejorado desde que estallaron las protestas hace dos años, y, en general, no se ha juzgado a los responsables, sobre todo a los de rango más elevado. Las fuerzas de seguridad siguen haciendo un uso excesivo e innecesario de la fuerza y utilizando escopetas y gas lacrimógeno contra los manifestantes. El uso de gas lacrimógeno es especialmente imprudente.

Al menos 26 personas han muerto desde la publicación, en noviembre de 2011, del informe sobre las protestas iniciales elaborado por la Comisión Independiente de Investigación creada por el gobierno de Bahréin. En septiembre pasado, Ali Hussein Neama, de 16 años, murió en la localidad de Sadad tras ser alcanzado en la espalda por disparos de la policía antidisturbios Su familia afirmó que la policía los había amenazado y les había impedido acercarse al muchacho cuando estaba tendido en el suelo. Una investigación oficial cerró el caso afirmando que había sido “un acto de legítima defensa” por parte del agente de seguridad. La familia no ha tenido acceso al expediente de la investigación.

¿Por qué tendría que preocuparse la gente por la situación de los derechos humanos en Bahréin?
La crisis de derechos humanos de Bahréin no ha acabado. Precisamente esta semana las autoridades establecieron penas de hasta cinco años de cárcel para las personas que ofendan al rey. Bahréin corre peligro de quedar sumido en la inestabilidad a causa del nivel de violaciones de derechos humanos en el país y de la impunidad reinante en las fuerzas de seguridad por estos abusos.

¿Qué hay que hacer ahora?
Las autoridades deben poner en libertad inmediata e incondicional a todas las personas encarceladas únicamente por el ejercicio de su derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión. Otros presos deben ser juzgados de nuevo ante tribunales civiles, con todas las garantías procesales, o deben quedar en libertad. Las autoridades deben permitir que las personas protesten pacíficamente y deben controlar a las fuerzas de seguridad ordenándoles claramente que no hagan un uso excesivo e innecesario de la fuerza.

Deben garantizar que se llevan a cabo investigaciones independientes, imparciales y exhaustivas de todas las denuncias de tortura y otros malos tratos, muertes bajo custodia, y homicidio de manifestantes, y deben procesar a los responsables de estas violaciones de derechos humanos.

Las autoridades sostienen que la situación de los derechos humanos ha mejorado, pero imponen restricciones a las ONG, incluidas organizaciones como Amnistía Internacional, que no está autorizada a permanecer en Bahréin durante los fines de semana, precisamente cuando se celebran la mayoría de las protestas y la policía recurre al uso de la fuerza y de gases lacrimógenos.

¿Quiénes sufren más abusos contra los derechos humanos?
La mayoría de las víctimas de violaciones de derechos humanos pertenecen a la población musulmana chií, mayoritaria en el país. Pero toda persona que manifieste su oposición a la familia gobernante corre peligro de detención arbitraria, malos tratos u otros abusos.

¿Se persigue también a los menores de edad?
Hemos documentado un aumento en el número de menores de 18 años detenidos durante las protestas. Muchos han sido enviados a prisiones o centros de detención para adultos. Algunos han sido juzgados ante tribunales ordinarios, en vez de comparecer ante tribunales de menores, y actualmente cumplen la condena en cárceles para adultos. Según los informes que hemos recibido, también ha habido menores que han sufrido tortura u otros malos tratos bajo custodia.

¿Se va a castigar a alguien por los abusos?
Hay muy pocas investigaciones sobre las denuncias de tortura y el homicidio de manifestantes. Sólo se ha juzgado a unos cuantos agentes por presuntos abusos.

Un total de 17 agentes han sido juzgados tras establecerse su relación con las decenas de muertes registradas desde 2011 y al menos 500 denuncias de tortura documentadas en el informe publicado por la Comisión Independiente de Investigación de Bahréin. De los 17 agentes, 8 ya han sido absueltos de todos los cargos y 6 están actualmente en libertad bajo fianza o han presentado un recurso.

¿Qué hacen las autoridades?
En noviembre de 2011, la Comisión de Investigación Independiente creada por las autoridades bahreiníes presentó un informe sobre los abusos cometidos durante las protestas iniciales. Las autoridades admitieron que se habían cometido abusos y afirmaron que iban a llevar a cabo reformas. Desde entonces ha habido algunos cambios institucionales, como la creación de la oficina del defensor del pueblo para recibir las denuncias de abusos, la instalación de cámaras de videovigilancia en las comisarías, y la elaboración de un código de conducta para la policía.

Pero la policía sigue deteniendo a personas sin que medie una orden, las recluye en régimen de incomunicación durante días o semanas y les niega el acceso a asistencia letrada. Según los informes que seguimos recibiendo, las personas detenidas son sometidas a tortura u otros malos tratos, como palizas, patadas, insultos y amenazas de violación. Mientras tanto, las fuerzas de seguridad siguen haciendo un uso excesivo e innecesario de la fuerza contra los manifestantes que este año ya se ha cobrado la vida de dos personas. Los presos de conciencia siguen encarcelados, y a las víctimas de violaciones de derechos humanos les resulta difícil obtener verdadera justicia.

¿Qué se sabe de la investigación sobre Bahréin llevada a cabo por el Comité de Asuntos Exteriores del Reino Unido?
El año pasado, el Comité de Asuntos Exteriores inició una investigación sobre la política exterior del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth en relación con Arabia Saudí y Bahréin. La investigación abarca numerosos temas, incluidos los derechos humanos, y ya ha recibido una gran cantidad de información sobre abusos contra los derechos humanos. Es fundamental que esta investigación vuelva a incluir la situación de los derechos humanos en la agenda y que el gobierno del Reino Unido tome en serio los resultados.

¿Cómo deben responder otros países a lo que ocurre en Bahréin?
El gobierno de Estados Unidos, y otros países con vínculos especiales con Bahréin, deben condenar las actuales violaciones de derechos humanos y presionar al gobierno bahreiní sobre cuestiones relacionadas con los derechos humanos. No deben exportar material militar y de seguridad que pueda utilizarse para la comisión de abusos contra los derechos humanos. Deben insistir en que el gobierno lleve a cabo reformas efectivas en materia de derechos humanos y que las víctimas de violaciones de derechos humanos obtengan justicia y reciban una reparación plena.




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