Un toque de queda fue impuesto en una parte del estado nigeriano de Taraba después de que enfrentamientos entre jóvenes cristianos y musulmanes dejaron al menos 20 muertos.
La violencia se desató el viernes durante el funeral de un jefe de la comunidad en la ciudad de Wukari.
Testigos dijeron que un cortejo fúnebre de la etnia Jukun, predominantemente cristiana, marchó por un barrio musulmán gritando consignas.
Un portavoz policial dijo que más de medio centenar de personas resultaron heridas.
Las tensiones se han elevado en la ciudad desde febrero, cuando una pelea en un campo de fútbol desató disturbios sectarios.
Fuente: BBC Mundo
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