El Enfoque del Marco Lógico

Para la elaboración de proyectos de cooperación debemos utilizar un sistema adecuado de seguimiento que permita una planificación específica y clara; tanto de los insumos físicos y financieros, del personal, de las cantidades y de los resultados físicos esperados. Pero también ir más allá y examinar los objetivos, los grupos financieros y los factores externos que puedan determinar el éxito o el fracaso del proyecto de cooperación.

El Enfoque del Marco Lógico es una herramienta analítica para la planificación y la gestión de proyectos orientado por objetivos. El Marco Lógico, según NORAD, es “una manera de estructurar los principales elementos de un proyecto, subrayando los lazos lógicos entre los insumos previstos, las actividades planeadas y los resultados esperados”.

Al realizar un taller sobre el EML deberemos centrarnos en una situación compleja existente en la zona que hemos considerado para el proyecto. Para esto es importante partir de las informaciones que se hayan recopilado acerca del problema sobre el que intentamos incidir, ya que el desarrollo del proyecto dependerá de la cantidad o calidad de la información, la complejidad del problema a solucionar y la capacidad de los que participen. Además, tenemos que conocer a los grupos de interés y cuáles son sus necesidades reales. Para realizar este análisis del contexto en el queremos aplicar el proyecto, el EML establece una serie de pasos a seguir.

1. Análisis de la participación: En primer lugar, debemos de desarrollar una imagen global de los grupos de interés, los individuos y las entidades involucradas en el problema, así como de los diferentes puntos de vista o intereses que tienen. El proyecto debe perseguir unos objetivos que den salida a las necesidades de la sociedad y grupos de interés y no ser diseñado sin tenerlas en cuenta, ya que la falta de conocimiento adecuada por parte de los planificadores es una causa fundamental para el fracaso. Para conseguirlo, se realiza una lista de todos los grupos que se puedan ver influidos por el desarrollo del proyecto de modo positivo o negativo, directo o indirecto. Una vez categorizados, se realiza un análisis detallado de estos grupos y se deciden los intereses que hay que priorizar cuando se lleve a cabo el análisis de los problemas.

2. Análisis de los problemas: Entendiendo problema como estado negativo (no como ausencia de solución), se realiza un árbol de problemas en el que se identifican los principales problemas y las relaciones causales que existen entre ellos. De entre todos, se debe debatir cuál es el problema focal, sobre el que se centrará la atención en el árbol de problemas. Las causas sustanciales o directas del problema focal se colocan de modo paralelo debajo de él y los efectos sustanciales y directos encima. Se sigue el mismo principio para el resto de problemas.


Árbol de problemas

De este modo, obtenemos un árbol de problemas que muestra las relaciones de causa y efecto entre los problemas. Para ello se utilizará la información del contexto de la que disponemos, introduciendo sólo los problemas existentes, no posibles. Por ejemplo, el problemas sería una plaga en las cosechas, no la falta de insecticidas.

3. Análisis de los objetivos: El árbol de problemas se transformará en un árbol de objetivos mediante una revisión de arriba hacia abajo que formule los problemas en condiciones deseables positivas. Se revisarán las relaciones resultantes y, en el caso de que las afirmaciones no tengan sentido o no estén claras, se escribirá un nuevo objetivo que muestre claramente la relación causa-efecto. En caso de que el problema no pueda resolverse o no se quiera acabar con él, se mantendrá como problema.


Árbol de objetivos

Desde abajo hacia arriba se comprobará que las relaciones causa-efecto se han transformado en relaciones medios-fin con la intención de garantizar que el árbol de objetivos es válido y completo.

4. Análisis de las alternativas: Se identifican los diferentes escalones medios-fin como posibles alternativas del proyecto. El análisis de las alternativas permitirá identificar las posibles acciones, valorar sus posibilidades de ser llevadas a la práctica de modo adecuado y posibilitar la elaboración de una estrategia de proyecto. Se eliminarán aquellos objetivos que no son deseables o factibles, así como los que ya estén acaparados por otros proyectos que trabajan en el área. Una vez hecho esto, los participantes discutirán las alternativas teniendo en cuenta las implicaciones para los grupos afectados que se habían seleccionado en el paso 1: qué grupos se verían influidos y de qué manera.

Las distintas alternativas serán consideradas en relación con los cuatro criterios: coste total, beneficios para los grupos prioritarios, probabilidad de lograr los objetivos y riesgos sociales. Además, los participantes introducirán criterios adicionales que pueden ir desde los técnicos o financieros hasta los sociales o ambientales. Finalmente, se seleccionará la alternativa más viable como estrategia de proyecto.

5. Identificación de los principales elementos del proyecto: Una vez escogida la estrategia de proyecto, se extraen los principales elementos del árbol de objetivos y se trensfieren a una matriz de proyecto.


Lógica vertical de la Matriz de Proyecto

Se empieza desde arriba hacia abajo. En primer lugar, del objetivo global al específico. El objetivo global deberá describir anticipadamente el objetivo a largo plazo al que el proyecto contribuirá significativamente y el específico describirá los efectos esperados para los beneficiarios directos del resultado del proyecto En el peldaño anterior se situarán los resultados que la gestión del proyecto debería poder garantizar y mantener durante la vida del proyecto. El impacto combinado de éstos deberá lograr el objetivo inmediato. Por su parte, las actividades se entenderán como tareas que el proyecto tiene que emprender a fin de producir los objetivos. Asimismo, se expresarán los principales insumos en términos de presupuesto, personal y bienes.

6. Factores externos: Son condiciones que deben existir para que el proyecto tenga éxito, pero que no están bajo control directo de la intervención del proyecto. Pueden derivarse del árbol de objetivos y se formularán como condiciones positivas. Es importante valorar los factores externos para apreciar las posibilidades de éxito del proyecto. Se debe empezar por abajo e ir hacia arriba, identificando los factores externos que pueden afectar a cada nivel de la matriz de proyecto y valorándolos en términos de importancia y probabilidad. Un ejemplo de factor externo puede ser: “las instituciones locales colaboran en la planificación de actividades”.
Deben eliminarse aquellos factores externos que tengan muchas probabilidades de ocurrir o que no son muy importantes para el proyecto. Se incluirán en la matriz de proyecto los factores muy probables, pero no seguros, con el fin de controlarlos, informar sobre los cambios y, si es posible, influir sobre ellos. Asimismo, si existiera un factor externo que no es probable que ocurra pero que, en el caso de que apareciera, fuera muy importante para el futuro de nuestro proyecto, se le clasificaría como factor letal y su existencia obligaría a un rediseño del proyecto o a su abandono. Es imprescindible que cada nivel tenga las condiciones necesarias y suficientes para alcanzar el siguiente nivel.

7. Indicadores: Se establece una segunda columna en la matriz de proyecto en la que se especifican los indicadores, que nos permitirán medir hasta que grado se han logrado los objetivos que hay que alcanzar a fin de lograr el objetivo global, el objetivo específico y los resultados. Las mediciones de los indicadores pueden ser cuantitativas (kilómetros de carretera rehabilitados), cualitativas (si una cooperativa funciona con eficiencia) o de comportamiento (uso mayor de instalaciones sanitarias). Los indicadores sirven de base para el seguimiento y la evaluación de un proyecto y podrán ser directos o indirectos, debiendo especificar: el grupo beneficiario, la cantidad, la calidad, el tiempo y la ubicación.
Se considera un buen indicador aquel que reúna las condiciones de:

a) Sustantivo: Refleja un aspecto esencial de un objetivo en términos concretos.
b) Independiente en los diferentes niveles: Se espera que cada indicador refleje una prueba de logro, no debiendo utilizarse normalmente el mismo indicador para más de un objetivo.
c) Objetivo: Deberá reflejar hechos, no impresiones.
d) Verosímil: Que los cambios que registre se puedan atribuir directamente al proyecto.
e) Basado en datos obtenibles.

Al formular los indicadores se deberá especificar las fuentes de información necesarias para su uso, de tal modo que aquellos indicadores para los que no se puedan identificar medios adecuados de verificación se sustituyan por otros indicadores que sí sean verificables. Lo ideal es que el indicador sea verificable objetivamente, de manera que las diferentes personas que utilicen el mismo procedimiento de medición de manera independiente obtengan las mismas mediciones. Deben evitarse los indicadores costosos y/o no fiables.

A la hora de ejecutar el proyecto se habrá que revisar estos indicadores y substituirlos por indicadores específicos del proyecto allí donde sea necesario.

Fuente: NORAD, Manual del Enfoque del Marco Lógico

Imágenes: Ingeniería Sin Fronteras
fromulaciónproyectos.blogspot.com

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