David Cameron, el líder del Partido Conservador, aceptó el ofrecimiento de la reina Isabel II para formar gobierno tras la renuncia de Gordon Brown y con sus 43 años se convirtió en el primer ministro más joven en casi 200 años de la historia del Reino Unido.
Al llegar a Downing Street número 10, la sede del gobierno británico y su nueva residencia, Cameron elogió "la extensa trayectoria en el servicio público" de su antecesor y reconoció también que tras más de una década de gobiernos laboristas el país era "más abierto en su interior y más solidario en el exterior".
"Enfrentamos problemas urgentes y profundos, un gran déficit, graves problemas sociales, un sistema político que necesita una reforma, por eso estoy dispuesto a formar una total coalición con los liberales demócratas", dijo el líder conservador, sin entrar en detalles sobre el acuerdo alcanzado con la tercera fuerza del país.
Horas después se informó que Nick Clegg, el líder del partido Liberal - Demócrata, será el nuevo viceprimer ministro.
"Nueva política"
Luego de las conversaciones con los conservadores, Clegg dijo: "Espero que éste sea el comienzo de una nueva política en la que siempre he creído... diversa, plural, donde los políticos de diferentes corrientes se aúnan para ofrecer un buen gobierno por el bien del país".
El liberal demócrata reconoció que habrá problemas y "fallas" y, en un mensaje a sus correligionarios, agregó: "Puedo imaginar que esta noche ustedes tendrán muchas preguntas, quizás muchas dudas, acerca de este nuevo acuerdo de gobierno.
"Pero quiero asegurarles que no entraría en este arreglo a menos que estuviera genuinamente convencido de que ofrece una oportunidad única para lograr el tipo de cambios en los que ustedes y yo creemos".
Y les indicó que espera que mantengan la fe en el nuevo gobierno, que le den la oportunidad de servirlos "con humildad, justicia y total dedicación para con los intereses de todos en Gran Bretaña".
En los comicios generales celebrados el 6 de mayo, ningún partido obtuvo los 326 escaños que otorgan la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes y desde entonces han estado en negociaciones para formar gobierno.
Los conservadores liderados por David Cameron lograron 306 asientos (36,1% de los votos), frente a los 258 de los laboristas (29,1%) y los 57 de los liberales demócratas (23%).
Cameron es el primer ministro más joven desde 1812.
Fin de una era
Gordon Brown renunció en la tarde del martes como primer ministro británico, poniendo fin a 13 años de gobierno laborista.
Brown entregó su dimisión a la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham y recomendó al líder del Partido Conservador, David Cameron, como su sucesor.
En una breve conferencia de prensa que brindó afuera del número 10 de Downing Street, el ex primer ministro dijo que había sido un "privilegio" liderar al país y le deseó suerte al próximo en el cargo.
Brown, quien también deja su puesto de legislador y el liderazgo del Partido Laborista, será reemplazado de forma interina al frente de su partido por Harriet Harman.
La decisión de Brown se produjo antes de que se anunciara un acuerdo entre Cameron y Nick Clegg, pero cuando ya estaba claro el fracaso de las negociaciones entre esta última fuerza y el laborismo.
El acuerdo que no fue
Aunque en la tarde del lunes el ahora ex primer ministro abrió la puerta a las negociaciones oficiales con los liberales tras anunciar su renuncia como líder del laborismo, estas conversaciones culminaron sin éxito.
"Está claro que el Partido Laborista nunca se tomó en serio la posibilidad de formar un gobierno progresista y reformista con los Liberales Demócratas", señaló en un comunicado la agrupación de Clegg.
Fuentes de este partido acusaron a los ministros laboristas de estar más interesados en la carrera que se abre para suceder a Brown al frente del partido que en formar un nuevo gobierno.
Por su parte, fuentes laboristas dijeron que los liberales plantearon exigencias no razonables en materia de reforma electoral, impositiva y gasto público.
Según el analista político de la BBC, Nick Robinson, la estrategia del laborismo sería mostrarse de ahora en más como la única opción progresista en el país tras el apoyo de los liberales al Partido Conservador.
Fuente: BBC Mundo
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