Los responsables de finanzas de la Unión Europea (UE) acordaron un mecanismo de asistencia financiera que, junto con el Fondo Monetario Internacional (FMI), les permitirá movilizar más de US$900.000 millones a fin de evitar que la crisis de Grecia se extienda a otros países de la eurozona.
El mecanismo contempla créditos de la Comisión Europea por unos 60.000 millones de euros (US$76.000 millones) y un aporte de los Estados de la zona euro de hasta 440.000 millones de euros (US$560.000 millones) en garantías de préstamos.
Además, el FMI hará una contribución a esas garantías de al menos 220.000 millones de euros (US$280.000).
El acuerdo del Ecofin se logró tras más de 11 horas de negociaciones.
El acuerdo del Consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) se logró tras más de 11 horas de negociaciones a contrarreloj en Bruselas, Bélgica.
Los líderes europeos querían que se alcanzara un pacto sobre las medidas antes de que los mercados financieros abrieran el lunes, para evitar que se contagien los temores de los inversores sobre el euro.
El propósito de este masivo paquete es disuadir a los especuladores de los ataques contra la deuda soberana de países con altos déficits y deudas, como Grecia, Portugal, España e Irlanda.
Compra de bonos
El paquete de ayuda acordado esta madrugada -dado a conocer por el comisionado de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, y la ministra de Economía de España, Elena Salgado- se suma a los 110.000 millones de euros (US$140.000 millones) del paquete de rescate de Grecia que los europeos y el FMI aprobaron recientemente y que comenzarán a desembolsar de forma inmediata.
Precisamente este domingo el Consejo Ejecutivo del FMI aprobó la extensión de los cerca US$30.000 que aportará a ese paquete.
Además, según informó el corresponsal de la BBC en Bruselas, Jonny Dymond, el Banco Central Europeo (BCE) anunció que comprará los bonos de los gobiernos europeos sometidos a mayor tensión para calmar a los mercados y "para asegurar liquidez en aquellos segmentos del mercado disfuncionales".
Los líderes europeos querían un acuerdo antes de que los mercados abrieran este lunes.
Bajo la legislación europea, el BCE no puede comprar bonos directamente, tal y como hicieron la Reserva Federal de EE.UU. y el Banco de Inglaterra. La manera de superar esa restricción sería comprando deuda de "segunda mano" de los bancos.
Tras anunciarse el plan acordado en Bruselas, el euro se fortaleció frente al dólar en las bolsas asiáticas.
Garantías de crédito
El mecanismo de estabilización acordado por los ministros de finanzas de la UE este domingo parte de una herramienta contemplada en el Tratado de Lisboa -llamada facilidad de balance de pagos- que permite a la Comisión Europea captar dinero en los mercados de capitales para prestarlo a los estados miembros con problemas a un precio favorable.
El temor a que la crisis griega se extienda hizo que los mercados se hundieran la semana pasada.
El tratado sólo autoriza usarla con los países de la UE que no sean miembros del euro y por una cantidad no superior a los 50.000 millones de euros.
El compromiso alcanzado prevé la creación de una facilidad parecida, basada en otro artículo del tratado, y con un límite de 60.000 millones de euros.
Paralelamente, los estados miembros del euro pondrán en común garantías de crédito por valor de 440.000 millones de euros, a los que se sumará una participación de 220.000 millones de euros por parte del FMI.
Todo sumado, el paquete a disposición de los miembros de la eurozona con problemas de pagos alcanzaría los 750.000 millones de euros (más de US$900.000 millones) por tres años y estaría sujeto a las estrictas condiciones del FMI.
Antes de conocerse el acuerdo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, habló por teléfono con los líderes de Alemania, Angela Merkel, y Francia, Nicolas Sarkozy, para reforzar la necesidad de que los europeos tomaran medidas "rotundas" para restablecer la confianza en los mercados.
Temor en los mercados
El temor a que la crisis griega pueda paralizar el sistema financiero mundial -como sucedió con el colapso de Lehman Brothers en 2008- hizo que los mercados se hundieran la semana pasada.
Este sábado Nicolas Sarkozy dijo que la moneda única de la eurozona es un elemento esencial de Europa y que no debe permitirse que los especuladores financieros la deshagan.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, aseguró que el mecanismo de estabilización enviará una señal muy clara a los mercados financieros.
Mientras, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, indicó que "toda la eurozona está siendo atacada, y tenemos que formular de aquí a la noche del domingo una respuesta coherente de la eurozona y de la UE a estos ataques, que no están justificados".
Fuente: BBC Mundo
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