El Diccionario de la Real Academia Española recoge la siguiente acepción para el término corrupción:
“En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores.”
¿Se ajusta esta definición a las autoridades europeas? Cada uno que saque sus conclusiones. Hace tiempo que las instituciones europeas vienen siendo contempladas como retiros de lujo por los partidos políticos nacionales, y con ese ánimo parecen tomar sus puestos los eurodiputados. En un contexto de crisis, de recortes de prestaciones sociales, de bajada de salarios y pensiones, de austeridad, de rescates a entidades financieras que pagan los ciudadanos, etc... ellos no son capaces de admitir que no es necesario viajar en primera clase con el dinero de todos, ni de congelarse unos sueldos que resultan especialmente desmesurados. También ha sido derrotada una propuesta para "evitar, durante los días en que se efectúen los desplazamientos, la acumulación de las dietas diarias y la dieta de tiempo". El que abrumadoramente no hayan sido incapaces de aprobar una medida que reclamaba modificar las reglas sobre gastos de viaje "con el fin de establecer como regla general la compra de billetes de avión en clase económica para los vuelos de duración inferior a 4 horas" (tanto para los eurodiputados como para el personal del Parlamento, “tiránica” propuesta que además incluía excepciones dependiendo de la salud o edad del parlamentario) habla muy claro del descaro, de la falta de vocación de servicio público, de la falta de ética y de la concepción del erario público como un recurso a explotar en beneficio propio. Quizás echaron cuentas de que nadie se enteraría o le llegase a prestar atención, y es que tengo la sensación de que ellos mismos son conscientes de la desconexión que existe entre ciudadanos e instituciones europeas y quisieron jugar un poquito con eso, y es que una vez que han visto el revuelo montado han dado paso al carrusel de las excusas más variopintas.
El caso este puede parecer anecdótico (sólo la medida de los vuelos ahorraría entre 15 y 20 millones anuales), pero no lo es. Previamente habíamos contemplado cómo se las arreglaban para cobrar importantes dietas por días que no han trabajado (a eso se le llama robar), otros aceptan dinero a cambio de intentar modificar directivas, y algunos no se ruborizan siendo consejeros delegados de grandes empresas europeas.
Hace poquito, una par de periodistas del Sunday Times se hicieron pasar por miembros de un lobby, contactaron con 60 eurodiputados para ofrecerles dinero y puestos de trabajo como consultores con sueldos millonarios a cambio de introducir enmiendas a una directiva sobre productos financieros. El resultado: 3 de ellos aceptaron más rápido que el viento, y un cuarto pidió un poquito de tiempo pero acabó presentando la enmienda pretendida por el lobby. Pues bien, ese cuarto, el español Pedro Zalba, recibió el apoyo de su grupo e incluso del presidente de la eurocámara, y ni siquiera se le va a investigar porque al final “no cobró”.
El hecho es que mucho se está empañando la imagen de la eurocámara, y ahora pretenden sacar un código de conducta para limpiar un poco su imagen e intentar clarificar un poquito la promiscuidad entre eurodiputados y grupos de interés, y es que nada se regula acerca de incompatibilidades, segundos empleos y conflictos de interés.
¿Cuánto cobra un eurodiputado? El estatuto del eurodiputado, aprobado en 2009 tras cinco años de debate, fija un sueldo de 7.956 euros brutos mensuales, en torno a los 6.200 euros netos para los más de 700 eurodiputados. Además se fijan dietas diarias de 304 euros (por cada día de sesión, como si no fuese parte del trabajo de un europarlamentario) y disponen de 4.299 euros mensuales para gastos corrientes de oficina (el cómo se auditan esos gastos da para otros post). También tienen derecho a contratar a tres asesores y a agentes locales, por lo que se les asignan 20.000 euros mensuales (que por cierto antes de 2009 distribuían de modo arbitrario, dando lugar a casos realmente penosos de amantes, familiares, etc...). Asimismo, establecía que los viajes se realizaban en business.
La UE debería replantearse un plan de austeridad real, no sólo en lo que atañe a los gastos de personal, sino también al sentido de que el Parlamento Europeo tenga 2 sedes (y que recordemos cuesta anualmente 180 millones de euros), etc...
La UE es hoy por hoy una institución demasiado importante e influyente en nuestro día a día como para permitirse este tipo de comportamientos entre su clase política ¿Cómo pueden pretender que los ciudadanos crean en las instituciones y en la necesidad de los recortes presupuestarios? ¿Qué respeto y credibilidad se están ganando?
Por cierto, mientras, en España tenemos un ejemplo más del estado de la clase política española, y es que son más de 100 los imputados en casos de corrupción (más de 1000 casos de corrupción están abiertos en España) que se presentan en las listas electorales de las próximas elecciones municipales (y lastimosamente como en ocasiones electorales anteriores, seguro que no será un factor decisivo en los resultados).
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