Los buenos propósitos de Humala

Ollanta Humala ha sido nombrado Presidente de Perú para el mandato 2011-2016, el pasado 28 de julio. Militar del Ejército de Perú retirado, fundó junto con su mujer, Nadine Heredia, el Partido Nacionalista Peruano en 2005.

En el año 2006, se presentó a las elecciones, siendo el candidato más votado, pero perdió en la segunda vuelta frente a Alan García. Cinco años más tarde, ha sido proclamado Presidente de Perú tras haber ganado en la segunda vuelta a Keiko Fujimori, hija del Ex Presidente Alberto Fujimori, suscitando una gran polémica al haber jurado su cargo ante la Constitución de 1979 y no la de 1993, que aún está en vigor y fuera promulgada por Fujimori.

Las políticas que emprenderá durante su mandato se encaminarán hacia mejoras sociales, como afirmó en su programa electoral: Pensión 65, otorgará 250 soles mensuales (93 dólares) a los mayores de 65 años; Cuna Más, pretende atener a niños menores de 3 años mientras sus madres trabajan; y Beca 18 por la cual los alumnos más destacados dentro de la enseñanza estatal percibirán ayudas económicas para continuar estudios universitaros. Éstas son las propuesta con las que pretende reducir la pobreza en el país, que se financiarán con el dinero proveniente de la minería, único motor económico del país, al que le subirán los impuestos. Según declaraciones del Ministro de Economía, Luís Castilla, "es necesario que las empresas aporten más al desarrollo del país, pues sus niveles de rentabilidad son bastante elevados". La presión tributaria en Perú ronda los 15 puntos del PIB, cifra que considera muy baja y que sería necesario aumentar hasta los 20 puntos.

La Bolsa de Valores de Lima había subido un 7% en las fechas en las que Humala ganó las elecciones pero, a pesar de esto, los empresarios mineros están preocupados por las medidas que va a emprender el Ejecutivo referentes a la subida de impuestos a las mineras y la promulgación de la Ley de Consulta Previa a los Pueblos Indígenas, y piden al nuevo Presidente garantías de que se respetaran las inversiones, los contratos y la estabilidad jurídica.

Que el peso de los ingresos estatales para poner en prácticas su programa recaiga sobre el óbolo aportado por el sector minero es un gran riesgo ya que el aumento impositivo a este sector podría reducir las inversiones mineras. Aún no se ha decidido como se llevará a cabo el proceso impositivo, pero lo más probable es que, siguiendo el ejemplo de Chile, se grave a las empresas mineras de manera escalonada en función de la utilidad que se genera teniendo en cuenta las ganancias de la empresa para garantizar que el sector siga siendo competitivo y reinvierta en nuevos proyectos.

La victoria de Humala se debe en gran medida al apoyo de los pueblos indígenas que esperan con este nuevo cambio de Gobierno alcanzar la igualdad de derechos que el resto de peruanos que habitan en las ciudades. Estos pueblos se asientan sobre territorios ricos en minerales e hidrocarburos que las mineras explotan amparados en la ley por polémicos decretos. Estas comunidades reivindicaron al nuevo Gobierno que se respeten sus derechos y se fomente una educación bilingüe en la que se enseñe en la lengua materna y no sólo en castellano, así como la incorporación de la medicina tradicional junto con los tratamientos médicos modernos. En la selva Amazónica conviven 56 pueblos indígenas conformados por 17 familias lingüísticas que se han unido para introducir sus demandas en la agenda política.

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