¿Cómo elegir un tema de investigación para un trabajo?

Cualquier trabajo de investigación, ensayo o monografía supone unos pasos básicos ineludibles, unas fases o etapas que con leves variaciones podríamos sintetizar en las siguientes:

  1. Elección del tema
  2. Delimitar el tema y concreción de los objetivos.
  3. Búsqueda de fuentes y evaluación de las mismas.
  4. Confección de un guión (a modo de índice provisional y plan de trabajo).
  5. Documentación, es decir, consulta de información para elaborar el trabajo.
  6. Análisis y selección de la información.
  7. Elaboración de las fichas técnicas en las que vamos acumulando información.
  8. Interpretación de los datos y reorganización.
  9. Volcado y redacción del borrador.
  10. Revisión y correcciones (las que sean necesarias, pues esa es la función del borrador).
  11. Redacción de la versión final.
  12. Presentación.


Es un punto común el temor o la duda ante la elección del tema final, el paso primero.

¿Qué debemos tener en cuenta cuando vayamos a seleccionar un tema?
  1. Es fundamental buscar un tema que tenga interés para el que investiga. No sólo se trata de hacer algo que resulte original, sino de aumentar nuestro conocimiento sobre un tema. Por lo tanto, nos resultará mucho más agradable y productivo trabajar sobre algo que nos interese. El interés forma parte de la garantía de éxito. El interés no sólo puede nacer de la inclinación personal hacia un tema, sino también de la complementariedad con el currículo que uno tiene y con los estudios, como también por ejemplo del aprovechamiento o conveniencia laboral y profesional.
  2. Es importante dedicarle tiempo a la elección del mismo. No precipitarse. Es conveniente informarse debidamente sobre éste, para lo que se pueden consultar a profesores y expertos, leer libros sobre el tema, revistas, periódicos,... todo aquello que nos ayude a ampliar nuestros conocimientos acerca del tema.
  3. Se han de analizar cuidadosamente las posibilidades y límites del tema, examinar su delimitación. Por ejemplo, elegir como tema “La Cooperación Internacional” plantea serias dificultades ya que es un tema amplísimo sobre el que difícilmente podremos concretar aspectos de interés o delimitarlos. Con ese tema, ¿sobre qué hablaríamos? El espectro temático sería inabarcable: el impacto, las modalidades, la evolución, las nuevas formas, los nuevos donantes, el sistema internacional, las dinámicas, etc... en ninguno de esos temas conseguiríamos un aporte interesante o sustancial. En cambio, si acotamos y delimitamos el tema, como por ejemplo, eligiendo “El impacto de los microcréditos en la reducción de la pobreza en África”, presentamos un tema mucho más delimitado que nos ayudará a marcar objetivos, concretarlos, profundizar y sacar conclusiones mucho más útiles y valiosas, favoreciendo también las perspectivas de ordenar el flujo del trabajo necesario para la realización de la investigación y no perdernos en una amplitud inabarcable e interminable (sucede muchas veces que cuando los objetivos son demasiado amplios puede entrarse en una espiral interminable de documentación, trabajo y acumulación de información). Como vemos, el proceso de delimitación es de vital importancia. Es útil formularse preguntas a modo lluvia de ideas acerca del tema que nos ayudarán a crear un marco orientador. Por ejemplo, si nos interesa el deporte y la cooperación: ¿qué iniciativas hay? ¿qué modalidades? ¿qué impacto tienen? ¿qué actores? ¿en dónde? ¿para quién? Etc...
  4. Debemos manejarnos con la viabilidad, preguntarnos si contamos con todo lo necesario para llevar a cabo la investigación. ¿Contamos con acceso a información actualizada? ¿a personajes clave para la investigación? Pongamos por ejemplo que nos interesa realizar un estudio sobre los modelos de desarrollo económico y sus bases. ¿necesitaré saber aspectos de econometría? ¿tengo las bases necesarias? ¿dispongo de acceso a las obras fundamentales? ¿y tiempo? Es importante pensar en la documentación que podemos consultar sobre el tema escogido. Hemos de prever que haya bibliografía disponible acerca del asunto sobre el que vamos a trabajar. Un consejo útil es hacer una lista de bibliografía sobre el tema, revisarla, ver la que está disponible (es decir, tomar conciencia de la información que puede alcanzarse), y a partir de ahí valorar las posibilidades y, si se decide continuar adelante con el tema, realizar el plan de trabajo.
  5. Por supuesto, deben tenerse en cuenta los requisitos que nos vengan impuestos ex ante, por ejemplo los que nos pueda imponer la institución académica en ese contexto.


Bajo las premisas anteriores, ¿qué criterios se pueden utilizar?
  1. Interés.
  2. Pertinencia: el tema seleccionado debe ser un problema prioritario, importante, significativo para el área de estudios (pertinencia).
  3. Ausencia de duplicación: antes de iniciar un estudio, es importante indagar si el tema propuesto ha sido ya objeto de investigación, de si tenemos algún enfoque o punto de vista novedoso al respecto.
  4. Viabilidad: debe examinar el estudio que propone y considerar la complejidad del problema y los recursos necesarios para llevarlo a cabo. ¿Se tiene acceso a las fuentes necesarias? ¿Se tiene el tiempo necesario?


Imagen: The Guardian



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