Es un tema bastante más complejo de lo que a simple vista pueda parecer. Automáticamente relacionamos el actual precio del petróleo con la catástrofe económica, y a muchos se les llena la boca hablando sobre ello y atribuyendo al precio del crudo todos los males inflacionistas que se presentan.
Es cierto e innegable que el precio del petróleo influye decisivamente en el grado de inflación, pero no lo es menos que su impacto depende de muchos otros factores, y que las perspectivas del actual precio no deben ser tan catastrofistas. Entre esos factores, el grado de participación que la importación de petróleo tenga en el Producto Interior Bruto (PIB) de cada país, la dependencia energética, etc...
Dentro de la UE, y en base a esos factores que varían para cada país, el impacto no es tan importante como se había predicho, y ello pese a la notable dependencia energética de la UE. A favor de la eurozona juega la fortaleza del euro y la debilidad del dólar (debilidad que también explica el aumento del precio del crudo).
En la UE, con variaciones y peculiaridades, la traslación de las oscilaciones de los precios del petróleo a los precios de consumo no ha sido tan notable como se esperaba, entre otros motivos, también por la independencia de los Bancos Centrales cuyo pripncipal objetivo es frenar la inflación (muchas veces a costa de otras magnitudes sobre las que se podría discutir, y sino que se lo pregunten a los que están pagando una hipoteca).
También hay un dato obvio que se suele ignorar, pero que no por ello es menos importante, y es que hoy la misma cantidad de petróleo resulta mucho más productiva que en los setenta (época de referencia en las discusiones sobre los efectos de los precios del crudo), y ello por ejemplo pese a unas refinerías en las que se debe invertir más, como han dejado de manifiesto también los países productores y que utilizan a veces como excusa en las subidas de precio.
Lo cierto es que el precio podría ser incluso mucho más alto si Arabia Saudí no ofreciese resistencia, como también es una verdad como un templo que los principales perjudicados serán los de siempre, los países menos desarrollados.
Por su parte, EEUU mira con recelo estas subidas, si bien puede siempre echar manos de sus reservas. Tanto es así que no es difícil encontrar cálculos en la red sobre cuántos meses de autoabastecimiento es capaz de saldar ante un posible ataque a Irán.
Os dejo unos interesantes enlaces sobre el impacto de los precios para los que queráis profundizar, especialmente valioso el segundo de los enlaces (un pdf):
http://www.invertia.com/canales2/canal.asp?idcanal=714
http://www.bde.es/informes/be/boleco/dic2007/art4.pdfSaludos.
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