La pobreza ha vuelto a los niveles del 71% que registraba en el 2001
España ha recaudado 106 millones de las cuentas abiertas de las ONG
Una niña en uno de los campamentos de Puerto Prícipe
Haití necesitaba hace 100 días más de 8.500 millones de euros para reconstruir el país y hoy los sigue necesitando tras el terremoto que asoló el país el pasado 12 de enero.
Cuando se cumplen 100 días de aquella catástrofe humanitaria, la ayuda llega, pero ¿llega la suficiente y, sobre todo, ¿llegará lo que se ha prometido? Cuando en 1998 se produjo el huracán Mitch, se comprometieron 9.000 millones de dólares, pero sólo se materializó un tercio. O en el tsunami de Indonesia de 2004 donde un 44,3% de los fondos destinados a la ayuda se perdieron.
Las imágenes de los cadáveres acumulados en las calles, de casas destrozadas y de miradas pérdidas en medio del infierno en que se convirtió Haití poco a poco parece que comienzan a desaparecer.
El compromiso de la mayoría del mundo de ayudar, cooperar y no abandonar a Haití ha servido de mucho, pero también de poco, dada la grave situación en la que quedó. Sin embargo, el miedo ahora es que después de campañas, conciertos, reuniones, consejos, Haití quede en el olvido como quedaron muchos países que vivieron situaciones similares.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, lo dijo muy claro: el objetivo de la organización no es reconstruir Haití sino "volver a construir mejor". Haití era antes del terremoto y es ahora el país más pobre de Latinoamérica.
Para hacerse una idea de cuán grande es el proyecto de la ONU, antes del terremoto el país vivía en una situación de extrema pobreza, pero es que 100 días después, según el balance de las organizaciones humanitarias, la pobreza del país ha vuelto a los niveles del 71% que registraba en el 2001. De ahí que todos los esfuerzos se concentren en el despliegue de la ayuda humanitaria.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, la ayuda humanitaria que se ha ingresado hasta ahora es algo más de 600 millones de euros de los más de 1.000 necesarios para acciones inmediatas, un poco más del 50%.
Las promesas del mundo
3.923 millones de euros para los próximos 18 meses fue la cantidad y el tiempo que el mundo decidió enviar a Haití, pero "ahora necesitamos cumplir", advirtió Ban Ki-Moon tras el acuerdo. Una frase que deja claro que las buenas palabras e intenciones tienen que convertirse en hechos, pero en hechos reales, palpables, en verdades. Según el diario 'The New York Times', de los 998 millones de euros que la ONu se comprometió a dar en los primeros días tras el seísmo, el Gobierno haitiano sólo recibió algo más de 20 millones.
Ahora mismo es difícil calcular si la ayuda comprometida llega. El margen de tiempo que se ha dado la comunidad internacional no permite realizar un balance específico de cómo va llegando la ayuda. Sin embargo, la ONU, que tiene claro que uno de los principales problemas que se plantean a la hora de la cooperación y la solidaridad en situaciones como la de Haití es saber si realmente llega la ayuda, se ha cubierto bien las espaldas para no vivir críticas como las surgidas con el tsunami de 2004 en Indonesia, el huracán Katrina o el huracán Mitch, y ha creado un comité interino, formado por René Preval y Bill Clinton, que controlará desde cerca el camino de esos 3.900 millones.
La UE se comprometió con 1.200 millones; EEUU con 850; Francia con 243 y España con 346 millones de euros. Efectivamente, España ha demostrado ser uno de los países más comprometidos. Según los datos de la Agencia Española de Cooperación Internacional para al Desarrollo, de los 61 millones comprometidos inicialmente, España ya ha enviado 59, a los que hay que sumar 106 millones de las cuentas abiertas de las ONG, 10 millones de las cuentas de colaboración del Banco Santander, dos millones de la cuenta de la AECID y un millón de la Fundación Reina Sofía.
Un trabajo "titánico", en palabras de la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, que ha permitido que en el país se empiece a notar ya una cierta mejoría "a pesar de la vulnerabilidad extrema" en la que han quedado sus habitantes. Según Rodríguez, la actividad comercial ha retornado a las calles, el desescombro ha avanzado lo suficiente como para hacer más transitables las carreteras y las clases han vuelto a la normalidad.
De hecho, ha sido el movimiento ciudadano, una vez más, uno de los que ha mostrado que el ciudadano cuando hace falta es uno de los más solidarios. En España, un total de 82 millones, en Alemania unos 50 millones, EEUU 470 millones dólares… Muy similar a la que se donó con el tsunami del sudeste asiático.
El problema es que la llama solidaria que se que quemó con gran fuerza durante las primeras semanas, poco a poco se ha ido apagando. Una de las preocupaciones que empieza a surgir entre las ONG y la Aecid y contra lo que intentan luchar con campañas para que Haití no caiga ahora en el olvido. Tres años después del tsunami la ayuda continuaba. Con Haití quiere que ocurra lo mismo.
¿Qué necesita ahora Haití?
Pero, ¿qué necesita realmente ahora Haití? ¿Sólo dinero?¿Coordinación? ¿Cooperación? La mayoría de los países coincide en que la ayuda se debe centrar en necesidades urgentes de habitabilidad,educación, agua y saneamiento, agricultura y alimentación.
Para ello, las ONG reclaman una cooperación directa entre gobiernos y organizaciones humanitarias. Los soldados que al principio eran la única esperanza para muchos empiezan a decir adiós. Los 2.200 militares estadounidenses se marcharán el próximo 1 de junio, mientras que la misión española está prevista que acabe en fechas similares. Es la hora de las organizaciones humanitarias.
Para Cruz Roja "los retos consisten en mantener la ayuda de emergencia y, al mismo tiempo intensificar el trabajo a medio y largo plazo a través de intervenciones dirigidas a facilitar albergue provisional a los afectados y la rehabilitación de infraestructuras sociales como centros educativos y de salud".
Desde que sobrevino el terremoto, centenares de trabajadores de la ayuda de más de 30 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja trabajan en el terreno en estrecha colaboración con la Cruz Roja Haitiana para prestar una gama de servicios que abarcan atención médica de emergencia; servicios hospitalarios; prevención de enfermedades; distribución de suministros de socorro; apoyo psicológico; alimentos; refugios de emergencia, agua potable y saneamiento.
Con todo la esperanza va creciendo poco a poco entre los cooperantes y ONG. "Vamos en buena dirección", asegura la presidenta de la Cruz Roja Haitiana, Michaèle Amédée Gédéon. "Se pueden gastar millones de dólares para ayudar a Haití a recuperarse del terremoto, pero para ser efectivos debemos actuar como un solo Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Considero que podemos tener diversidad y, a la vez, desempeñarnos con unión", afirma.
Fuente: El Mundo
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