CRISIS MIGRATORIA EN ESTADOS UNIDOS



Las autoridades en Estados Unidos enfrentan la crisis migratoria más grave de los últimos años, con la llegada a la frontera sur del país de más de 50.000 menores de edad indocumentados desde el pasado mes de octubre.

Los líderes del Partido Republicano se han apresurado a culpar de esta situación -que ha obligado a improvisar la apertura de decenas de centros de acogida para albergar a los menores- a las políticas migratorias de la administración de Barack Obama, pese a que el presidente estadounidense ha deportado a más inmigrantes que cualquiera de sus predecesores en el cargo.

Entre otras cosas, los republicanos aseguran que el conocido como Programa de Acción Diferida (DACA, por sus siglas en inglés) que Obama instauró hace dos años y que permite que los inmigrantes que llegaron al país siendo niños sean eximidos temporalmente de ser expulsados, está teniendo un efecto llamada para los indocumentados.

Desde la Casa Blanca se defienden asegurando que el espectacular incremento en el número de niños y madres con hijos pequeños que están llegando a la frontera está relacionado con un deterioro de las condiciones económicas y de seguridad en lugares como Guatemala, Honduras y El Salvador, principales países de origen de los menores.

Esta última teoría es refrendada por las organizaciones no gubernamentales que trabajan con inmigrantes y que señalan que muchos de los indocumentados están viajando a EE.UU. huyendo de la pobreza y la violencia.

Pese a todo, los activistas y periodistas que han estado cubriendo esta crisis sobre el terreno coinciden en que uno de los causantes de esta situación son los falsos rumores que los traficantes de personas y los propios inmigrantes que se encuentran en suelo estadounidense están haciendo circular por Centroamérica y que apuntan a un cambio en las políticas migratorias de Washington.

"Engaños de los coyotes"

"En Guatemala todo el mundo sabe que los traficantes de personas han estado engañando a la población, sobretodo en las áreas rurales del país, diciéndoles que en EE.UU. están permitiendo que se queden las mujeres que van acompañadas de uno de sus hijos", explica en conversación con BBC Mundo Sergio Morales, periodista del diario guatemalteco Prensa Libre.

Según Morales, "los coyotes también les están diciendo a los niños que pueden ingresar sin ningún problema a EE.UU. y que lo único que tienen que hacer es entregarse a las fuerzas de seguridad".

"Acá los rumores han sido una constante desde que se dio a conocer el tema de la reforma migratoria. Cuando empezaron a correr los rumores fue cuando empezó a crecer de manera abrupta la migración a EE.UU.", señala el periodista de Prensa Libre.


"En Guatemala sigue habiendo pobreza y falta de oportunidades. Los niños siguen sin tener acceso a la educación y la violencia sigue presente, pero lo que está sucediendo ahora tiene mucho que ver con los engaños de los coyotes", asegura Morales.

Alejandro Pérez, periodista del medio guatemalteco Plaza Pública asegura que muchos niños y adolescentes están arriesgando la vida para viajar a EE.UU. por miedo a que las pandillas les maten y por la pobreza que afecta a sus comunidades.

Pese a ello, Pérez también cree que los falsos rumores que han circulado en los últimos meses "que aseguran que la reforma migratoria que estaba siendo discutida en el Congreso de EE.UU. puede beneficiar a los inmigrantes indocumentados", está jugando un papel importante en la actual crisis.

"Los traficantes les venden esta idea a las personas del interior del país. Les dicen que como va a haber una reforma migratoria pueden ir a EE.UU. y convertirse en residentes sin problemas. Les cuentan que cuando lleguen a EE.UU. encontrarán un trabajo y podrán pagar los más de US$5.000 que les piden" a cambio de sus servicios, explica Pérez.

Asilo y trabajo

La misma situación que describen desde Guatemala Sergio Morales y Alejandro Pérez también se está dando en Honduras, según le cuenta a BBC Mundo la periodista del diario La Prensa Ana Reyes, quien ha tenido la oportunidad de entrevistar a varios inmigrantes que en las últimas semanas han tratado de llegar a EE.UU.

"Cuando hablas con ellos primero te dicen que quieren emigrar por la situación económica y de violencia que se vive en el país, pero luego reconocen que han oído los rumores sobre cómo las autoridades en EE.UU. están siendo más permisivas", señala Reyes.

"Los traficantes de personas les engañan diciéndoles que si se van a EE.UU. les van a dar asilo y oportunidades de trabajo. Les dicen que hay albergues en los que cuidan a los niños mientras las madres trabajan y claro, estando acá donde no hay oportunidades, pues deciden arriesgar sus vidas y las de sus hijos para llegar a EE.UU.", apunta la periodista.

"Es verdad que la violencia juega un papel importante pero no ha empeorado tanto como para justificar la cantidad de gente que se está marchando", concluye Reyes.

Para tratar de contrarrestar estos rumores, los medios y los gobiernos de los países centroamericanos están llevando a cabo campañas de información entre la población explicando que las políticas migratorias estadounidenses no han cambiado y que los indocumentados siguen siendo deportados.

Lo paradójico de la situación es que debido a la llegada masiva de inmigrantes a la frontera, las autoridades en EE.UU. se han visto desbordadas, lo que ha hecho que muchos menores y mujeres con niños hayan sido puestos en libertad ante la imposibilidad de tramitar sus procesos de deportación por falta de medios.

Además, según los expertos, los rumores que apuntan que los menores que viajan sin la compañía de un adulto están siendo entregados a sus familiares en suelo estadounidenses no son del todo falsos y tienen su fundamento en la propia legislación del país, que establece que los niños de origen canadiense o mexicano que entran ilegalmente pueden ser deportados de inmediato pero no así los niños llegados de otros países.

La legislación de EE.UU.

Una ley aprobada en 2008 para combatir el tráfico de personas requiere que a los menores que provengan de países que no tienen frontera con EE.UU. se les de la oportunidad de enfrentarse a una audiencia de deportación, que en muchos casos puede tardar años en celebrarse.

Así, el Departamento de Seguridad Interior de EE.UU. (DHS, por sus siglas en inglés) tan sólo puede mantener detenidos a los menores que no provienen de México o Canadá durante un máximo de 72 horas.

Luego debe transferirlos a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados del Departamento de Salud y Servicios Humanos, que los envía a albergues temporales a la espera de poder reunirlos con algún familiar que viva en EE.UU.

Antes de ser liberados, se les entrega una notificación para que comparezcan en un futuro ante un juez. En algunos casos, los inmigrantes creen que esas notificaciones son "permisos" temporales para residir en el país y eso ha creado un efecto llamada en sus países de origen.

Así, son muchos los padres que han perdido el miedo a que sus hijos viajen en solitario hasta EE.UU. ya que saben que tan sólo han de entregarse a las autoridades fronterizas, sin que corran el riesgo de morir tratando de entrar en el país de forma ilegal por el desierto.

En el caso de las mujeres indocumentadas que llegan a la frontera con niños pequeños, la política de las autoridades estadounidenses establece que deben ser albergadas en instalaciones especiales en las que puedan estar junto a sus hijos.

El problema es que hasta el estallido de la actual crisis migratoria tan sólo había un centro de este tipo, por lo que a las autoridades no les ha quedado más remedio que liberar a esas madres entregándoles una notificación para que comparezcan más adelante frente aun juez.

Ante esta situación, el gobierno de Barack Obama anunció hace unos días que piensan abrir nuevos centros de internamiento de familias, lo que evitaría que, como viene sucediendo hasta ahora, tengan que liberar a la mayor parte de las mujeres que viajan con niños.

La Casa Blanca también ha pedido al Congreso una ayuda adicional de US$2.000 millones para dotar de más medios a la Patrulla Fronteriza y a las cortes que se encargan de los procesos de deportación, así como a las agencias que están haciendo frente a la "crisis humanitaria" desatada por la llegada masiva de indocumentados.

Además, con el objetivo de acelerar las deportaciones de menores centroamericanos, han solicitado que se permita introducir cambios en la legislación actual que establece que los menores que provienen de países no fronterizos se les ha de dar la oportunidad de enfrentarse a una audiencia de deportación.


Fuente: BBC

Imagen: BBC





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